Representando al faraón Khafre, hijo de Khufu, en el apogeo de su poder, esta espléndida obra de arte de 4.500 años de antigüedad se considera una obra maestra de la estatuaria egipcia. Aunque fue hecho para no ser visto, hoy su belleza sigue fascinando a los viajeros que lo visitan en El Cairo.
Un descubrimiento sorprendente
La estatua, que con su media sonrisa parece contemplar desde el abismo de milenios al visitante asombrado que la ve por primera vez, fue descubierta en 1860 por el francés Auguste Mariette, entonces jefe del Servicio de Antigüedades de Egipto, durante las excavaciones en Giza.
El egiptólogo estaba excavando el complejo funerario de Khafre, específicamente el Templo del Valle del Monarca (que él mismo había descubierto en 1852) un recinto donde las ceremonias de purificación de la momia del soberano tuvieron lugar antes de ser llevadas al templo alto, ubicado al lado de la pirámide, a través de una larga calzada ceremonial.
El Templo del Valle de Khafre está a 500 metros de su pirámide y se encuentra cerca de la Gran Esfinge. El edificio tiene un plano cuadrado y sus paredes (que no muestran ningún tipo de decoración) están cubiertas con losas de granito rojo y el pavimento es de piedra caliza blanca.
En él, los antiguos egipcios organizaron un ambicioso programa iconográfico que consistía en un conjunto de 23 estatuas que representan a Khafre. Todos tenían un significado religioso.
Te puede interesar:El extraño Merman de Banff: legendario Lake Monster o simplemente un tesoro de publicaciones comerciales?Debían servir como receptáculo para el ka o la fuerza vital del faraón fallecido. Mucho más tarde, algunas de estas estatuas fueron enterradas en un pozo cubierto con losas de piedra, y fue allí donde, siglos después, Mariette las descubrió.
El egiptólogo escribió en su diario: “Estas son siete estatuas que representan al rey Khafre. Cinco de ellos están mutilados, pero los otros dos están completos. Uno de ellos está en tal estado de conservación que podría pensar que salió de la caja ayer ”.
El poder del faraón en piedra
Esta obra de arte, hecha para ser vista desde el frente, mide 1.68 metros de alto, 57 centímetros de ancho y 96 centímetros de largo.
Representa a Khafre, faraón de la 4ta dinastía y arquitecto de la segunda pirámide más grande de Giza (la más grande es la construida por su padre Khufu), un monumento que aún conserva parte del revestimiento original de piedra caliza en su vértice.
La estatua muestra a Khafre como un hombre joven con un físico atlético perfecto, vestido solo con una falda escocesa, con el pañuelo ceremonial y la barba falsa característica de su posición (que está rota). Su rostro dibuja una leve sonrisa y su mirada se pierde en el infinito.
Detrás del faraón, un halcón, una representación del dios Horus, una divinidad con la que el monarca se identificó en la vida, extiende sus alas alrededor de la cabeza de Khafre, ofreciéndole su protección.
Te puede interesar:La cueva de Theopetra y la construcción humana más antigua del mundoLos brazos del rey están pegados al cuerpo y coloca su mano izquierda extendida sobre su rodilla. La mano derecha, también en la rodilla, está apretada en un puño y parece estar sosteniendo un pergamino de papiro, un símbolo de su poder.
Por su parte, el trono en el que está sentado Khafre está acabado con patas en forma de garras de león y sus lados están decorados con el símbolo de la «sema-tauy», el loto entrelazado y las plantas de papiro.
Un nuevo hogar
La estatua de Khafre fue llevada por primera vez al Museo Bulaq, el precursor del Museo Egipcio en El Cairo, para luego ser transferida al museo que se estableció en la plaza Tahrir.
En septiembre de 2017, la estatua de Khafre, que hasta entonces había sido la estrella de una de las habitaciones en la planta baja del museo, fue cuidadosamente embalada, junto con otras piezas grandes, como esta, y colocada en una caja con sensores.
Con gran cuidado, se colocó en una camioneta especialmente preparada con dispositivos especiales para evitar las vibraciones típicas del transporte, y se transfirió a su nuevo hogar, el Gran Museo Egipcio.
Fuente: Carme Mayans, National Geographic
Para ahondar en este fascinante tema, te presentamos un video que revela los secretos detrás de la magnífica estatua del faraón Khafre.